Calle Espíritu Santo 23, bajar a la calle y encontrar en el portal a un yonki con una jeringuilla en brazo no es extraño, ya no es lo que era diez o quince años antes, pero la heroína sigue corriendo por las calles de Malasaña.
Muchas curas, tantas como recaídas. Estaba en una temporada buena, ilusionado, creaba letras sin parar, llevaba a María al colegio cada mañana, estaba proyectado volver a grabar con su hermano, y le iba bien con su otra banda, pero algo le volvió a llevar a la depresión, y volvió a caer, y volvió a levantarse, y volvió a ingresar en una clínica de desintoxicación, y volvió a pedir el alta dos días antes, y volvió a desaparecer, y volvieron a buscarle por la noches de Madriz.
Alvaro estaba cantado sobre un escenario en Zaragoza aquella madruga de tal día como hoy de 1999, su hermano Enrique Urquijo había sido encontrado muerto.
Volver a ver a Eloisa, “han llovido quince años que sobreviví”, le devuelve la melancolía, era incapaz de decir de verdad adiós a la tristeza, de que no le hiciera daño cualquier pequeño detalle de la vida.
Nos dejaba sus canciones tristes, canciones de amor dolorido, canciones que dejan un hilo a la esperanza, “agarrate fuerte a mí María”, pero María se quedó huérfana a los cinco años. Los Secretos volvían a perder a uno de sus miembros, aquella movida que empezó 20 años atrás, en un homenaje a uno de ellos , había dejado de colear y sus artífices seguían cayendo, y sin embargo los que sobreviven siguen haciendo las delicias de nuestros hijos con sus canciones.
JMDC, 17 de noviembre de 2020
Fuentes:
https://somosmalasana.eldiario.es/enrique-urquijo-heroina-malasana/
https://somosmalasana.eldiario.es/enrique-urquijo-heroina-malasana/
https://elpais.com/diario/1999/11/19/cultura/942966010_850215.html
https://elpais.com/diario/1999/11/18/cultura/942879609_850215.html
Adios Tristeza, Miguel Ángel Barqueño ISBN 10: 8448026330