Tal día como hoy de 1980, se celebró en la Escuela de Caminos de la Universidad Politécnica de Madrid, en su salón de actos un concierto homenaje a Canito.
Sepan aquellos que no estén al corriente que el Canito del que estoy hablando fue miembro del grupo musical Tos, fundado en 1978 por José Enrique Cano (Canito) y los hermanos Urquijo, Javier, Enrique y Álvaro. Quiso la mala fortuna que en la nochevieja de 1979 Canito, tenía 17 años, tras las uvas, fiesta en Madrid y de madrugada a empalmarla en otra fiesta en no recuerdo qué pueblo del pijerío norte, pero el coche se averió en la nacional VI a la altura de la Navata, y Canito salió al arcén, otro coche que conducía un soldado que debía incorporase al cuartel se lo llevó por delante. Murió dos días después. (recomiendo la lectura del libro “Adiós Tristeza” de Miguel ángel Bargueño).
El caso es que a los Urquijo les pareció una buena idea montar un concierto homenaje a su amigo, y lo consiguieron.
Tocaron Alaska y los Pegamoides, Paraíso, Mermelada (que prestó su equipo a los demás), Mamá, Nacha Pop (“antes de que salga el sol”),Trastos, Los Bólidos , Mario Tenia y Los Solitarios (que estuvieron cojonudos) y Tos, que ya sin Canito no era Tos, pero el grupo SE CRE(E) TOS, y habían puesto un anuncio buscado batería y apareció Pedro Antonio Díaz.
Ni tenían medios ni sabían tocar, la guitarra de Alaska sonó desafinada los pegamoides no tenían batería y hacían ruido con una caja de ritmos que es mejorada por cualquier juguete infantil actual (¡percusión electrónica la llama el payo!), eran todos unos aficionados, pero les dejaron el salón gratis para hacer un homenaje a un amigo. Sin embargo, y a pesar de que la iluminación era muy deficiente, Televisión Española emitió el concierto, lo que costó criticas a Francisco Serrano director entonces de Popgrama, presentado por Diego Manrique y Carlos Tena. Pero transmitían frescura, aquellos chavales no se cortaban un pelo. Finalizó el concierto con una versión bastante gamberra de “ahí viene la plaga” en un escenario atiborrado de gente. Lo que sí ocurrió es que aquellos grupos sacaron discos en los meses siguientes, y los vendieron y mejoraron sus equipos, y hasta algo sus voces y nos hicieron divertirnos mucho.
Pero ¿qué importancia puede tener que unos amigos se juntaran a tocar en recuerdo de un amigo muerto? Pues el concierto se ha considerado el hito que marca el inicio de la Movida Madrileña.
Sé que muchos de vosotros vivisteis ese tiempo, algún compañero incluso estuvo en ese concierto (por favor quiero referencias directas), los más jóvenes tenéis la referencia que TVE nos ha ofrecido a través del programa “ochéntame otra vez” que ponían después del “Cuéntame” los jueves, y las canciones con la que vuestros padres os damos la brasa, y que ahora cantáis vosotros (es de ver que los chavalitos andan que no mean con el Coque Malla y “chica de ayer” es su himno), pero no desesperéis, los veinte serán aún mejor que los ochenta, y en esta ocasión Madriz estará aún más abierto al mundo, lo grupos de la nueva Movida Madrileña de los veinte se podrán formar en Varsovia, Lima, Osaka o en Yuandé (capital de Camerún).
La Movida de los ochenta no sólo fue un movimiento musical, era una actitud que los jóvenes adoptamos para expresar que queríamos romper con la vida en blanco y negro. Recuerdo que los fines de semana iba con una pandilla de 4 o 5, Sol, plaza Mayor, y en Cava Baja la Cuevas del Infierno, pedíamos unas jaras de sangría, unas raciones y la guitarra. A la vuelta eramos una pandilla de unos 20. Soñábamos en color y en estéreo, y trasladábamos los sueños a la vida normal.
Lastima que la puta heroína se llevase a tantos.
JMDC febrero 2019
Enlaces :
https://www.youtube.com/watch?v=lSPnYl45NjU, (como mola. Aunque suenan setenteros)
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