“Digo, que viéndome labrador y que en efeto me obligo a toda vuesa labranza, dicen que solo no puedo; que aunque soy de confianza, mientras en el campo quedo, y un sol a otro sol alcanza… En fin, en casa no tengo quien della tenga cuidado, ni de mí cuando a ellaSigue leyendo «30 de noviembre de 1172»