En la plaza de Tirso de Molina tenemos el Teatro Nuevo Apolo, aunque ese nombre lo tiene desde 1987, antes se llamaba Teatro Progreso, algo nos indica que previamente había existido otro Teatro Apolo, inaugurado en 1873 y que se encontraba en la calle Alcalá n.º 45, donde hoy está el Área de Gobierno de Hacienda y Administración Pública del Ayuntamiento de Madrid. Cuando sobre el solar de lo que había sido el convento de San Hermenegildo, derribado en 1870, muchos años después de ser desamortizado en 1836, se tiene la idea de construir un teatro donde representar a los clásicos, algunos pensaron que no era buena, aquello quedaba retirado del centro de Madriz, casi en la fuente de la Cibeles.

Con capacidad para unos 2500 espectadores, precios de 18 reales y la lejanía, hizo que las obras de Lope o Calderón dejaran muchos boletos en la taquilla, sería con la Zarzuela, con obras de Bretón de los Herreros, Arniches, Chueca, etc. con lo que el Apolo se convirtió en la catedral del género chico. Para rentabilizar el edificio se utilizó la fórmula del teatro por horas, varias sesiones con obras diferentes, haciéndose muy popular la llamada “cuarta del Apolo”, con obras más atrevidas, lo que se ha llamado teatro sicalíptico, y que empezaban a las doce y media de la noche.

Con el cambio de siglo la rentabilidad estaba en el solar, los empresarios le vendieron el edificio al Banco de Vizcaya, que derribó el teatro y construyó allí su sede en Madriz, con la guita que sacaron se construyó un nuevo teatro en la plaza del Progreso.
Tal día como hoy de 1929 el Teatro Apolo dio su última función, el humorista Federico García Sanchiz evoca la historia del teatro utilizando como hilo conductor la Verbena de la Paloma, pero aunque D. Sebastián al darle la tila a Don Hilarión, tras marcharse la Susana con Julián, le pide que Vizcaya edifique su banco en otro lugar de la calle y salve el corazón de la calle Alcalá, aunque a ello siguiera la clamorosa ovación del público, cuando esa noche se bajó el telón del Apolo, lo hizo para siempre.
“El Círculo de Bellas Artes levanta su torre como un dedo amenazador; el teatro de Apolo llora por última vez sus temblorosas lágrimas de arco voltaico; la iglesia de San José acentúa la oscuridad de sus ojeras y dilata en una silenciosa carcajada la negra boca de su atrio. Aquel trozo de calle tan genuinamente madrileño se dispone a dormir… Aún alcanzamos a oír el monótono pregón de una viejecita que se aleja renqueante… ¡Tabaco, cerillas…! Después, silencio… La catedral del saínete ha terminado su labor y donde todo fué luz y animación momentos antes sólo quedan dos bultos guarecidos en el quicio de su pórtico. Los cafés limítrofes cierran sus párpados de hierro y se duermen también…”
José Ontiveros, El Heraldo de Madrid, 29 de junio de 1929, pág. 8.
JMDC, 30 de junio de 2020.
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Teatro_Apolo_(Madrid)
El Sol, 1 de julio de 1929:
La Libertad, 30 de junio de 1929:
y Entrevistas a Selica Pérez Carpió, Carmen Andrés y Jesús Navarron en
La Nación, 1/7/29:
Por cierto, esos periodícos llevan en su primera otra noticia, el rescate por parte del buque británico Eagle, del hidroavión pilotado por Ramón Franco en el intento de repetir la gesta del Plus Ultra, pero por el Atlántico norte, y que llevó la figura del aviador cayera en desgracia, pero de eso ya hemos hablado algo en lo que fue nuestro reto: https://madriztaldiacomohoy.org/reto/
Que por cierto, como ya está resuelto, creo que deberíamos plantear otro.
Un comentario en “30 de junio de 1929”