
Para aquellos que aún creéis que las cosas no surgieron de la nada os diré que cuentan que aquellos afortunados que reciben de Dios un talento especial , un atributo, un don, de alguna manera experimentan la sensación de estar en deuda con los demás, de que no deben malgastar ese tesoro depositado en sus manos sino mas bien compartirlo con sus semejantes, que deben “exprimir” ese “regalo” del Creador para intentar mejorar en lo posible la vida de aquellos que les rodean.
Cuando el “don” que reciben afecta directa o indirectamente a una actividad artística, quizás se acrecienta aún más si cabe la deuda que se entiende tienen contraída con el mundo; porque el arte atañe a los sentimientos, a lo más profundo del corazón de los hombres, a su alma……y aquellos «tocados por la mano de Dios» siempre pueden llevarles un “trocito del cielo” para aliviar sus sufrimientos, sus temores, su angustia, o simplemente para hacerles partícipes de un momento de felicidad y sosiego que les haga olvidarse por un momento de este mundo de tribulaciones en el que vivimos.
Cuando falleció el celebre constructor de instrumentos de cuerda italiano Antonio Stradivari ( Cremona,Italia.1737), quizás pudo haber experimentado antes de expirar un sentimiento de satisfacción moral por el deber cumplido, al recordar el maravilloso regalo que dejaba como legado de su vida para deleite de las futuras generaciones.
Porque sus instrumentos creados por él y su familia son reconocidos entre los mas bellos creados, y aún utilizados por profesionales, a través de los siglos – por su violín «Hammer» se llegaron a pagar en Christie’s 3.544.000 dólares en 2006 y posteriormente otro ejemplar llegó casi a los 6 millones ($), record mundial pagado por un instrumento musical hasta el momento-.

Únicamente existen dos colecciones “Stradivarius” hoy en día con acceso al público, y una de ellas es la del Patrimonio Nacional de España – los instrumentos están expuestos en el Palacio Real de Madrid e incluyen dos violines, un violonchelo y una viola. Es el llamado «Quinteto Palatino» -.
Acerca de la singularidad de los Stradivarius existen todo tipo de teorías: el origen de la madera, una laca especial o un tratamiento químico que se aplicaba a la misma, distintas formas de secado o el uso de una madera muy añeja. Lo único cierto es que los árboles fueron talados en la zona de Cremona y que al acabar sus instrumentos antonio los cubría de barniz con una fórmula aún hoy desconocida. La madera además madura, «esta viva» y cuanto mas curtida mejor.
Pero al margen de todo ello, se dice que Dios en ocasiones «echa una mano». En la época que se talaron los árboles que sirvieron para hacer los Stradivarius hubo un período frío que afectó a Europa. Fue un ciclo solar que produjo inviernos largos y veranos menos calurosos de lo habitual durante la llamada «pequeña edad de Hielo».

En estas épocas de frio los anillos de crecimiento de los árboles son mas angostos, están mas juntos y la madera tiene mayor densidad, lo cual influyó en el timbre especial de sus instrumentos. Fue toda una casualidad que coincidiesen en el tiempo estas especiales circunstancias climáticas y el trabajo de un genial artesano como era Antonio Stradivari. Como decía Santa Teresa de Jesus, en ocasiones «Dios escribe recto con renglones torcidos…. «
Aquí os dejo una joya: la música de Bach interpretada en una Viola Stradivarius que la casa de subastas Sotheby´s valoró en ¡¡¡45 millones $!!!. ¡Puro deleíte !
Fuentes:
De Håkan Svensson (Xauxa) – taken, cleaned, cropped, and uploaded by Håkan Svensson (Xauxa), CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=61469 (fotografía violin del «quinteto Palatino»)
es.wikipedia.org/wiki/Pequeña_Edad_de_Hielo
Curiosa historia, Los Luthiers son los que han hecho posible que algunos de los grandes genios de la música brillen más. Dicen que Paganini era el mejor violoncelista del mundo debido a un defecto en una de sus manos le pemitía hacer movimientos con el violín que no estaban al alcance de ningún intérprete más..
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