Manuel de Falla y Federico García Lorca, entre otros, organizaron en 1922 el Festival de Cante Hondo de Granada, hubo dos ganadores, uno fue Tenazas de Morón, ya anciano, ex aequo, un niño de 12 años, se llevó 1.000 pelillas, que entonces era una pasta. El niño tenía cualidades, y en 1935 ya estaba establecido en Madriz. En el flamenco (recordemos a Camarón, o esas maravillas que está haciendo Rosalía) ser innovador se paga recibiendo las críticas de los ortodoxos, aunque luego te eleven a los altares del cante, él se atrevió a cantar con acompañamiento de piano e incluso de orquesta, cuando los puristas le dicen que el cante hondo se canta solo con guitarra, contesta: «¡Se puede cantar a orquesta y se puede cantar con una gaita! ¡Con todo se puede cantar! Con una gaita, con un violín, con una flauta…!». Trabajó con Pepe Pinto y la Niña Los Peines, Juantio Valderrama. La estampa escenificada, cante, bailes y teatro juntos.
Ese formato sería luego muy explotado por tres autores Quintero, León y Quiroga, que en 1943 para el empresario Adolfo Arenaza, crearon el espectáculo Zambra, y junto a él cantó Lola Flores Niña de Fuego:
El montaje también incluía La zarzamora. Juntos hicieron dos películas Embrujo en 1947 y La niña de venta, en 1951, además de pareja artística, lo eran sentimental, claro que hasta que la Lola consiguió un contrato (firmado en el Bar Chicote ante las cámaras del No-Do) para irse a América a grabar películas, y él no la quiso seguir.
Siempre fue muy suyo, único, original:
«No he copiado a nadie. Yo he hecho un teatro, yo he creado una escuela, y yo lo que canto es mío y no me parezco a nadie. Malo, bueno, regular, peor, es de Manolo Caracol… La escuela mía es una escuela muy… muy rara. Yo he creado cosas muy difíciles, como, por ejemplo…, quién iba a decirle a Enrique el Mellizo, ni a Silverio, ni a Chacón, ni a Tomás el Nitri, que yo iba a cantar piano y que iba a cantar La salvaora a la terminación del cante por malagueñas…»

También irregular y vividor, ya os conté que Concha Piquer lo echó de su compañía por llegar tarde a una función; https://madriztaldiacomohoy.org/2019/12/12/12-de-diciembre/
«Se nace cantando, pero después hay que perfeccionar el cante para llegar a tener espíritu propio. Hay que vivir el ambiente del cante y aprender lo bueno que los demás tengan».
“Yo cuando canto no me acuerdo ni de Jerez, ni de Cádiz, ni de Triana; ni me acuerdo de nadie. Yo intento hacer los cantes a media voz, que es como duelen. Esa es la hondura. Porque el cante no es ni de gritos ni pa sordos. El cante hay que hacerlo caricia honda, pellizco chico. El que se pone a dar voces, ese no sirve…”
Tal día como hoy de 1973 un coche bajaba por la carretera de La Coruña, desde Casa Quemada, su destino, el tablao flamenco “Los canasteros” en la calle Barbieri del que estaba orgulloso, al llegar al puente de los Franceses, una ráfaga de aire fuerte hace que su trayectoria se salga del trazado de la curva, finalmente un poste lo detiene. El conductor resulta con heridas leves, pero su patrón, Manuel Ortega Juárez, Manolo Caracol resulta muerto en el acto.
JMDC, 24 de febrero de 2020.
Fuentes:
http://hemeroteca.sevilla.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/sevilla/abc.sevilla/1973/02/25/044.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Manolo_Caracol
http://neonmusic.webcindario.com/biografias/manolocaracol/index.html
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/o/ortega_juarez.htm
Un comentario en “24 de febrero de 1973”