Fue la Carlos III quien mandó construir un parque zoológico, que es ese sitio donde los amantes de los animales disfrutan viéndolos enjaulados, como complemento al Museo de Ciencias Naturales que se pensaba instalar en lo que hoy es el Prado, allá por la cuesta de Moyano, luego vendría lo del Jardín Botánico del que hablamos el 25 de julio, en lo de exponer fieras solo se nos había adelantado la ciudad de Viena. Luego los trasladaron al Retiro, por la zona de la Puerta de Alcalá, hoy podemos ver aún la osera, en 1830 se trasladaron las instalaciones a la zona de Sainz de Baranda, alguno de vosotros, los más tarrillas, pudieron visitar la casa de fieras del retiro hasta 1972 que se traslada a la casa de campo. En la zona de la puerta de O’Donnell podemos ver la montaña artificial que albergaba a los osos, allí tal día como hoy de 1928 Gabril Rodriguez Llerces (algún periódico le llama David, pero a nosotros, para el caso, nos da un poco igual), se ve en la obligación de cumplir con su trabajo, ha de limpiar la jaula del oso polar, “ese bicho es un cabrón, hace un año mató al Catalán” pensaba, pero a pesar de ello cometió el error de no asegurar la puerta del compartimento del fondo.
El oso se abalanzó sobre él, Gabriel corrió como pudo y el oso lo alcanzó en unos macizos de flores y le zarpeó la cara y la cabeza. Cecilio Rodriguez, director del parque y jardinero mayor del ayuntamiento y su hijo cazaban con una escopetilla de balines y no dudaron en intervenir, esos proyectiles no atravesaban su blanco pelo, finalmente intervinieron los guardias que mataron al oso.
Gabriel fue evacuado a la casa de socorro, a la vista de la gravedad de sus heridas se dispuso su traslado en ambulancia al Equipo Quirúrgico municipal de Centro. De aquella se salvó, el Catalán no lo contó, él pudo hacer declaraciones a los periodistas.
JMDC 20 de septiembre de 2019.
Fuentes:
La correspondencia Militar edición del 21 de septiembre de 1928, pag. 2 3ª columna
Lo podéis leer aquí:
La época, edición del 21 de septiembre de 1928, pag. 3 2ª columna
El Imparcial, edición del 21 de septiembre de 1928, pag. 5
Madriz, tal dia como hoy 
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