“Y para la gran masa de mujeres trabajadoras, ¿cuánta independencia se gana si la estrechez y falta de libertad del hogar es reemplazada por la estrechez y falta de libertad de la fábrica, las tiendas o la oficina?… ¡Gloriosa independencia!”
Hace un año hablamos de Clara Campoamor con motivo de ser la efeméride de su nacimiento en 1888, hoy vamos a hablar de otra mujer que también fue pionera en el mundo de la política.
Tal día como hoy de 1905 nace en Madriz Federica Montseny Mañé, de casta le venía ser anarquista, lo eran sus padres. Con solo 15 años publica su novela Horas trágicas, con 17 colabora en la Revista Blanca, con 20 otra novela, ya larga, La Victoria.

Metida en política dentro de la CNT, desde 1931, en 1936 es nombrada Ministra de Sanidad y Asistencia Pública, por Francisco Largo Caballero, la primera mujer ministra, aunque no llegó al semestre, y aún así planteó importantes proyectos, hogares para la infancia con un enfoque diferente a los orfanatos (se llegó a abrir uno en Valencia), comedores para embarazadas, casas de acogida para exprostitutas («Todas las mujeres que pasaron por aquellos centros aprendieron un oficio y ninguna volvió a ser prostituida» contaba en una entrevista en 1991), integración laboral de los minusválidos, y un primer proyecto de ley del aborto.
Se exilió a París, donde siguió perseguida por alemanes y agentes españoles, durante la ocupación francesa se libró de la extradición a España, pero viviá bajo libertad vigilada. Ya se había visto obligada a destruir toda su documentación y cambiar de nombre (publicaba como Fanny Germain).
Volvió en 1977, cenetista convencida, no dejó de reivindicar el anarquismo nunca.
Sus planteamientos sobre la igualdad de la mujer, que en su juventud parecían imposibles de realizar, hoy los tenemos asumidos como algo plenamente lógico y normal.
JMDC, 12 de febrero de 2020.
Fuentes: