«la crisis no debe llevar a la pasividad y a la resignación. La crisis del capitalismo debe ser enfrentada con poderosas medidas para contrarrestarla, en un espíritu de solidaridad y responsabilidad común. Por ello, las medidas acerca del empleo y la justicia social ocupan un lugar tan central en nuestros respectivos programas».
«año tras año quedan sin trabajo de quince a veinte millones de personas en los países industrializados; vemos amenazantes signos de crecimiento de una permanente subclase de aquellos que están especialmente expuestos a ello -las mujeres, los de baja escolaridad, los inmigrantes, los minusválidos e incapacitados de todo tipo-; ellos carecen en muchos casos de fuerzas y de organizaciones propias para poder proteger sus intereses en un mercado de trabajo difícil y que tiende a reducirse».
Felipe González le había presentado como «el hombre más odiado por todos los dictadores de la tierra». Tal día como hoy de 1979, en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madriz, Olof Palme da una conferencia, en castellano (aunque con muy marcado acento sueco), en los actos encuadrados en el centenario del PSOE.

Han pasado 41 años, y resulta que el paro sigue siendo uno de los principales problemas de nuestra sociedad. Que las crisis económica a quien más golpea es a los que menos tienen, y que los colectivos menos favorecidos son siempre los más expuestos. Vamos que nuestros hijos se enfrentan a los mismos problemas que nos enfrentamos nosotros, y nuestros padres, y a los mismos que se enfrentarán nuestros nietos.
África seguro que nos puede contar lo que fue la figura de Olof en Suecia, yo tuve conciencia de quien fue cuando los telediarios anunciaron su muerte.
En aquel 1979 ya había dejado de ser primer ministro sueco, aunque los volvería a ser en el 82. Era el líder del Partido Socialdemócrata Sueco. Un menda que había dado la cara por la defensa de los Derechos Humanos, por la paz, por el desarrollo del Tercer Mundo, por el fin del apartheid, por los exiliados políticos de cualquier lugar del mundo, y de entre ellos los chilenos que huyeron tras el golpe de estado de Pinochet en el 73, por eso en 1979 cuando Palme llega a Madriz, agentes secretos de D. Augusto tenían la misión de matarle, bueno eso dijo un tal Michael Townley, exagente de la CIA, actualmente bajo el programa de protección de testigos, que afirmaba haber recibido ordenes para realizar el encargo.
Sin embargo hicieron falta muchos asesinos para matar a aquel buen hombre, desarmado, sin escolta, y por la espalda, una fria noche de viernes, 28 de febrero de 1986, tras haber salido del cine junto a su mujer.
Muchos asesinos porque la Fracción del Ejercito Rojo alemana reivindicó el atentado (no se tomaron bien que el asalto a la embajada alemana en Suecia les saliera mal en 1975), el MI5, el Mossad y la CIA tampoco le tenían ninguna simpatía, (comparar los bombardeos en Vietnam con el de Gernica, o con los campos de concentración nazis, es lo que tiene). El asesino fue Ivo D, por cuenta de los servicios secretos Yugoslavos, para culpar de ello a la derecha croata, eso según Vinko Sindicic, asesino de un líder nacionalista croata. Puede que fuera alguien pagado por el fabricante de armas Bofors, (Olof sabía cosas sobre las mordidas a los indios). También está claro que fue Anthony White, un militar de Rodesia afincado en Chipre, por ordenes de Sudáfrica. Por el asesinato fue condenado Christer Pettersson, que creía estar matando a un traficante de drogas con el que tenía cuentas pendientes (la viuda, único testigo, estaba convencida de que fue él), así lo confesó en varias ocasiones, pero el juicio fue anulado. Había unas escuchas telefónicas a miembros del PKK que dejaban claro que los kurdos eran los autores, y así lo dijo el desertor Semdin Sakik, y al preguntar al líder del PKK, contestó que fue cosa de una escisión del partido fundada por su exmujer. También confesó ser el autor Victor Gunnarsson, el primer detenido por la policía, un militante de la extrema derecha, que disponía de un revolver como el utilizado en el asesinato, y en su casa folletos que ponían a Palme a caer de un burro, a éste lo mataron tras largarse a Estados Unidos por un tema de cuernos.
Más de 130 personas se han declarado autores del asesinato, la policía sueca sigue investigando.
JMDC, 3 de febrero de 2020.
Fuentes:
https://elpais.com/diario/1979/02/04/espana/286930814_850215.html