Había dicho:
“Ill never go back to that fucking country again”
Cuando salió de España por el aeropuerto de Málaga escoltado por la policía militar tras montarla en el restaurante el Pez Espada de Torremolinos (lo que tiene proferir expresiones poco prudentes en relación a un retrato de Franco).
Sin embargo volvió por quinta vez, tres de las anteriores a rodar películas, la otra intentando reconciliarse en Madriz con Ava Gardner (¡qué ganas tengo de hablar un día de esta moza!).
Lo recibió Rocio Jurado en Barajas, mirad:
Y volvió a lo grande; se alojó en el Ritz, media planta a 200.000 pelas la noche, siete mercedacos y seguridad privada.
Tal día como hoy de 1986 en el estadio Santiago Bernabéu la Orquesta filarmónica de Londres comenzó a tocar y Francis Alber Sinatra cantó «Fly Me to The Moon» y luego «Et maintenant», «I have got under my skin», «New York, New York», una versión muy personal de «Granada», «L. A. is my lady», «La chica de Ipanema» «California», y como no podía ser de otra manera terminar con «My Way» bajo unos fastuosos fuegos artificiales.
En las primeras filas, las de 50.000 pts. la entrada, estaban Rocio Jurado, el matrimonio Barbara Rey y Ángel Cristo, Manolo Escobar y señora, el marqués de Griñon, Miguel Rios…… Julio Iglesias no, se había comentado que quizá viniera, pero yo creo que era un mala treta de marketing.
El público finalmente quedó satisfecho (el técnico de sonido se lució esa noche), unas veinticinco (como mucho treinta) miles de personas, pero la previsión era vender 65.000 entradas. Muy lejos de las 175,000 personas que le vieron cantar en el Maracaná, o los llenos del Carnegie Hall, o el Luna Park.


Las entradas de sillas sobre el césped, entre 50.000 y 12.000 pts. (los que estaban allí eran invitados realmente, pocas de esas se vendieron), las de gradas entre 5.000 y 2.000 pts. de éstas eran las localidades más ocupadas.

Arsenio Marcos y Rosa de Santiago se metieron en la aventura de traer a Frank Sinatra a España, y lo consiguieron, aunque la actuación estaba pendiente del parte meteorológico, el despliegue publicitario no debió ser el más acertado, las entradas se vendían solo en El Corte Inglés, que vendió 8.000 hasta que el día anterior al concierto rescindió el contrato con los promotores y dejó de venderlas, desesperados ante su inminente ruina le dicen al gerente del Real Madrid, Manuel Fernández Trigo, que los 38 kilos que pagaban de alquiler del estadio incluía las taquillas, y las abren a las 3 de la madrugada del mismo día del concierto, pero cuando les dicen que las de 12.000 se vendan a 4.000, las de cinco a dos y las de 2.000 a la mitad, el club dice que cierra las taquillas a las nueve y cuarto de la mañana. Consiguen vender otras 3.000 en una caseta improvisada, vamos que Rosa y Arsenio (“voy a perder hasta la camisa, pero nadie podrá quitarme el honor de haber traído a Sinatra a España por primera vez”, dijo orgulloso) pringaron ese día unos 150 millones de pelas, menos mal que Sinatra, a la vista de que iba a actuar en un estadio vacío compró 16.000 entradas (casi 40 kilitos, poco ya que por cantar hora y media cobró un millón de dólares) y las regaló a militares americanos de la base de Torrejón, policías y trabajadores de la Warner.
JMDC, 25 de septiembre de 2019.
Fuentes:
https://www.madridiario.es/460379/sinatra-regalo-15.000-entradas-para-no-tocar-en-un-bernabeu-vacio-
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1986/09/26/060.html
https://elpais.com/diario/1986/09/26/cultura/528069607_850215.html

Informe semanal del 27 de septiembre de 1986