Arturo Soria y Mata tenía una idea, crear ciudades que se formaran sobre un eje de comunicación, principalmente un ferrocarril urbano, un tranvía vamos, en sus margenes viviendas unifamiliares, comercios, parques… ruralizar la ciudad, «para cada familia, una casa; en cada casa, una huerta y un jardín.», el ocio y la cultura debían ser consustanciales con la ciudad, conciertos, fiestas populares (se instauró la fiesta del árbol).
Su proyecto no tuvo todo el apoyo institucional que deseaba, así que en 1894 crea la Compañía Madrileña de Urbanización (CMU), empresa que hoy en día sigue en activo, y tal día como hoy de 1894 comienzan las obras de urbanización de la Ciudad Lineal. El proyecto era crear una línea de tranvía desde Vicálvaro a Pozuelo de Alarcón, una circunvalación de Madrid, uniendo mediante tranvía en diferentes puntos la Ciudad Lineal con el centro.
Se llegó a hacer el tramo que hoy conocemos como la calle Arturo Soria, CMU compró las líneas de tranvía para prolongarlas hasta la ciudad lineal, la primera guerra mundial puso en aprietos de financiación a la empresa, un Arturo Soria viejo y enfermo estanca el proyecto que finalmente sería descartado en su concepción original, las viviendas unifamiliares se trocan en edificios altos de no muy buena calidad, eso sí manteniendo el eje central ancho de la calle Hermanos García Noblejas capaz de absorver la inmigración de pronvincias, y por el norte el Pinar de Chamartín con pisos para la clase media alta.
El otro día hablamos de Ramón Gómez de la Serna, éste no compartía con Soria lo agradable que sería el barrio de Ciudad Lineal, lo llamaba «ciudad muerta», en 1923 publicó El chalet de las Rosas, sobre un asesino en serie en un barrio solitario.
JMDC Julio de 2019.
Fuentes: