Pues echamos al francés y volvió el deseado, “vivan las caenas”, y volvió a frecuentar estas calles de Madriz con el duque de Alagón, jefe de la Guardia de Corps, y con Perico Chamorro, que en realidad era Pedro Collado, aguador de la Fuente del Berro al que Fernando conoció siendo príncipe en algún burdel,Sigue leyendo «6 de mayo»