Andaba preocupado Baltasar Moscoso, arzobispo de Toledo, porque la peña de Lavapiés no iba a misa. Se había quejado Juan Francisco Cabrera, titular de la la parroquia de San Sebastián, ya segregada de la de Santa Cruz, indagado sobre los motivos de aquella ausencia a los oficios, los fieles alegaron que les pillaba un pocoSigue leyendo «8 de septiembre de 1670»