11 de enero de 1835

Tal día como hoy de 1835 el Ayuntamiento de Madriz acuerda fijar el nomenclátor de las calles de la ciudad. Federico Carlos Sainz de Robles y Correa realizó un estudio titulado “Trabajos del seminario de toponimia urbana”, en el que constató que en el callejero de Madriz de Mesonero Romanos 19 calles se correspondían con nombres propios, 52 en el de Fernández de los Ríos, hoy tenemos unas 10.000 calles, plazas, parques, jardines, etc., y más o menos, el 60% se corresponde con personajes a los que se les quiere homenajear, en muchos casos con bastante polémica, la decisión de poner nombre a una calle corresponde al pleno del ayuntamiento, pero existieron tiempos en que ello era una labor mucho más democrática, serían los vecinos quienes les daban nombre, se referían a las calles por algo que las describiera o que hubiera ocurrido, así la calle de Tenerías pasó a ser Rivera de Curtidores cuando allí se asentaron quienes curtían la piel que se generaba en el matadero, la Plaza de la Cebada, por ser el sitio donde se acopiaba el alimentos de los regimientos de caballería, la calle de la Abada por ser donde unos feriantes portugueses mostraban un rinoceronte, que, según nos cuenta Moratín, una mañana un crío enfureció al darle a comer un bollo demasiado caliente, causando la muerte del muchacho y el terror de los vecinos hasta que al día siguiente apareció en una era de Vicálvaro, o la calle de la Paloma, por ser donde un ejemplar de colúmbida voló sobre la Virgen de las Maravillas en su procesión de traslado al convento de la calle de la Palma (calle cuyo nombre proviene de una palma que sobrevivió a la urbanización), para después posarse, resucitándolo, sobre un niño al que un cazador loco había matado en la calle del Lobo. Así, la Virgen de la Soledad cuyo lienzo comprado, a unos críos que lo encontraron en un solar, por Isabel Tintero, pasó a llamarse Virgen de la Paloma, pues el nombre de la calle donde se la colocó en un portal, prevaleció sobre el significado inicial de la representación pictórica, y con ese nombre se venera la Virgen en cuyo honor se celebra una de las más famosas verbenas matritenses.

Claro que hay lugares en los que nunca ha pasado nada reseñable, o no ha ocurrido aún, por tanto su nombre ha de ser tomado del entorno, y así ocurrió a la calle que hoy nos trae aquí. Se trata de una calle que quedó, por poco, comprendida dentro de la cerca de Felipe IV entre la calle del Águila y la de la Paloma, por tanto llamada calle baja de la Paloma, por estar, claro, un poco más abajo, cerca de la Puerta de Toledo, pero a la que para llegar había que subir hasta la calle de Calatrava, vamos a tirar de plano de Texeira:

Y del de Nicolás Chalmadrier de 1761:

y por supuesto de Javier Jimenez Shaw:

http://javier.jimenezshaw.com/mapas/mapas.html?c=40.4076347,-3.7129954&z=18&f=osm&b=es-m-tx&v=3&e=0.5&o=100&ed=0&m=&ga=0

Si nos situamos en el siglo XVII, el SERMAS al que nuestra presidenta, Sra. Ayuso, dedica parte del presupuesto regional, no estaba aún desarrollado, y el hospital de La Latina, fundado por nuestra querida Beatriz Galindo en 1499, que quedaba un poco más arriba, no daba para mucho, la sanidad era, como algunos aún hoy piensan que debe de ser, de beneficencia o privada. En todo caso, los médicos de entonces, cuyos métodos se basaban en métodos pocos científicos, como la aplicación de sanguijuelas, y tenían prohibidas actuaciones que musulmanes y judíos ya utilizaban con éxitos siglos antes, no eran tampoco muy de fiar, lo que sí, en todo caso, eran caros.

Si el parraque no era muy chungo, podías tirar de medicina naturista (vamos las infusiones de toda la vida de Dios), y métodos homeopáticos, que siempre ha habido gente que, con mayor o menor acierto, ha afirmado ser capaces de curar al prójimo, tras abono de la tarifa estipulada, sin haber pisado la facultad de medicina, como lo hacía nuestra heroína de hoy, Juana Picazo, que atendía en la calle baja de la Paloma, a un precio bastante económico, y con cierto éxito que la hizo famosa como curandera.

Métodos hay muchos, y mejorar la salud puede ser más sencillo de lo que puede parecer, leo en una Web (1), del siglo XXI, que se puede: “mejorar la circulación sanguínea, relajar el músculo y aliviar el dolor. Eliminan las toxinas de la sangre y depuran el cuerpo. Además, se utiliza también para congestiones, ayudando a descongestionar las zonas más afectadas”, “este tratamiento viene de la medicina tradicional china”.

Realmente dudo que Juana viajara a China a instruirse sobre el uso terapéutico de las ventosas, pero uno de los métodos de esta curandera era utilizar, para hacer succiones, una ampolla de vidrio que afirmaba había pertenecido al mismísimo San Isidro, lo que confería a la terapia una efectividad extra, y evidentemente el correspondiente engrosamiento de la bolsa de la Sra. Picazo.

Sería porque la denunciara algún paciente cuya enfermedad no respondiera satisfactoriamente al tratamiento, sería porque los doctores en medicina veían un riesgo en sus ingresos, sus métodos terapéuticos fueron sometidos al rigoroso examen de control por parte de un comité de expertos.

La Santa Inquisición no encontró aceptables las terapias, y consideró que su capacidad para restaurar la salud ajena provenía de haber realizado pactos con el diablo, por lo que fue condenada por bruja.

Juana Picazo se libró de acabar sus días en la cercana Plaza de la Cebada, y solo fue castigada a ser rapada su cabeza, desnudada de cintura para arriba embadurnada de miel, sobre la que pegaron plumas de gallina, y así sometida al escarnio público (y de las moscas que acudían a la miel), paseándola por las calles de Madriz montada en un burro.

No tenemos noticias sobre Juana tras aquel episodio, y si continuó sanando en alguna otra parte de España o del mundo (tampoco creo que fuera a China a instruir a sus médicos sobre el uso de las ventosas para que fuera la técnica incorporada en su tradicional medicina), el caso es que la calle baja de la Paloma, que en plano de Texeira aparece sin sombre, en el de Nicolás Chalmadrier de 1761 aparece ya como calle de la Ventosa y que oficialmente se incluye en así en el nomenclátor de tal día como hoy de 1835, nombre que el vecindario dio a la calle en honor a todas las curaciones que por mano de Juana Picazo se habían producido con la ampolla de San Isidro.

Os invito a jugar con la página de Javier Jimenez Shaw (http://javier.jimenezshaw.com/mapas/mapas.html?c=40.4076347,-3.7129954&z=18&f=osm&b=es-m-tx&v=3&e=0.5&o=100&ed=0&m=&ga=0), y en este otro enlace https://www.madrid.org/nomecalles/Inicio.icm?&top=4473408&bottom=4473280&left=439295.4&right=439464.62&capaBusqueda=1&valorBusqueda=07906287&capas=%279%27,%271%27,%272%27,%27142%27&fondo=Catastro (cambiar en Fondos y poner fotos aéreas de 1991 y 2001), y ver cómo ha ido evolucionando la calle, que sigue existiendo, pero hoy el lugar donde he puesto la cruz central en el página de Javier, donde muy posiblemente estuvo la consulta de Juana Picazo, la dirección es Ronda de Segovia n.º 81.

Todo esto me lleva a una reflexión: ¿tuvo Juana Picazo derecho a una defensa eficaz en su juicio ante la Santa Inquisición?, ¿tenía cerca a algún abogado que la asistiera?, y en ese caso, ¿la labor del abogado fue un éxito, pues no fue condenada a la hoguera, o un fracaso, pues fue condenada a escarnio público? Lo cierto es que allí, donde Juana Picazo se volcó en auxiliar a los que a ella acudían en busca de ayuda, en ese mismo lugar, que ya no se identifica como calle baja de la Paloma, ni como calle de la Ventosa, sino como Ronda de Segovia n.º 81, local 10, en breve, tendrá su despacho, junto a lo muy poco que queda de la cerca de Felipe IV, el abogado que os suelta todo este rollo para deciros que me cambio de despacho. ¿Seré capaz de hacerme con un código, penal o civil, que perteneciera a San Isidro?, en tal caso, ¿me será de alguna utilidad aunque esté algo desactualizado?, bueno en realidad no lo necesito, a mí siempre me tocan los que son inocentes. Lo que si tendría que aprender de nuestro santo Patrón, es aquello de que el curro salga solo, y eso ya lo dije cuando os conté su historia.

JMDC, 11 de enero de 2022

Fuentes:

http://laquesabesabe.blogspot.com/2015/06/sabeis-que-hay-mas-huellas-de-la.html

https://edicioneslalibreria.com/la-huella-de-la-inquisicion-en-el-callejero-de-madrid/

https://ninesr.blogspot.com/2015/11/paseitos-por-madrid-ii.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Calle_de_la_Paloma_(Madrid)

https://es.wikipedia.org/wiki/Fiestas_de_la_Paloma

Podéis participar en un juego de exploración por las calles de Madriz intentando salvar a Juana Picazo de la Inquisición:

https://evendo.com/es/es/product/escape-del-juego-de-exploracion-de-la-inquisicion-espanola-en-madrid/223255-632529

(1) Sobre tratamiento con ventosas:

Sobre el nombre de las calles de Madrid:

https://www.researchgate.net/publication/321295209_LA_PRESENCIA_NOBILIARIA_EN_EL_CALLEJERO_DE_MADRID_SS_XIX_Y_XX_UN_MECANISMO_CONTRA_EL_OLVIDO/link/5a19c9920f7e9be37f9a5a0d/download

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