FUERA DE MADRIZ….Unamuno y el sentimiento trágico de la vida

Pasion,fé, por un lado; razón y ciencia , por otro. Queremos ser inmortales, si, pero a la vez nuestra mente nos dice que todos vamos a morir irremediablemente. Y nos cuesta mucho aceptar esto.

Unamuno siempre nos quisó convencer de algo en lo que ni el mismo creía, pero en lo que aún así había que creer. Ese fué su drama y su contradicción. De hecho su vida fue un cúmulo de contradicciones. Fue un racionalista opuesto a los nacionalismos, demócrata, socialista, católico, antirreligioso, etc.., y también crítico con la Monarquía – por su apoyo a la dictadura de Primo de Rivera -. Apoyo inicialmente el levantamiento de Franco, horrorizado con los desmanes de la República, aunque posteriormente lo critico públicamente – encontronazo en el paraninfo universitario salmantino con el general Millan Astray-.

De sus pensamientos más profundos nos habló en su libro «Del sentimiento trágico de la vida», en el que decía cosas como: «Obra de modo que merezcas a tu propio juicio y a juicio de los demás la eternidad, que te hagas insustituible, que no merezcas morir»

El grito de Edvard Munch — Edvard Munch: *El grito*. 1893. Óleo y pastel sobre cartón. 91 x 73,5 cm. Galería Nacional de Oslo, Noruega.

Fué un hombre admirable, íntegro y honesto consigo mismo y con los demás; por eso tuvo amigos en todas las trincheras, porque cultivaba con pasión los caminos por los que la vida le llevaba, intentando siempre comprender y sufriendo siempre cuando veía que no llegaba a buen puerto. Él supo expresar esas angustias existenciales que todos experimentamos en algún momento de nuestra vida, y pudo extraer del fondo de su alma desgarrada los miedos que todos escondemos y callamos, espantados ante la terrible sombra de la nada.

Pero él dale que dale, siempre adelante en su búsqueda del «Santo Grial». Una de las ventajas de no ser feliz es que se puede desear la felicidad, decía con esperanzada resignación. Y como buen Quijote que era, siempre le pareció que había que sentir el pensamiento y pensar el sentimiento…

La Guerra civil le pilló de Rector en su Salamanca querida, en cuyo paraninfo, testigo de ocho siglos de historia del saber y el conocimiento, tuvo que enfrentarse a sus miedos para proclamar lo que todos, unos por inconsciencia, otros por malicia, callaban. La España cainita resucitaba y él, que no había quién lo callará, habló.

LAS DOS ESPAÑAS. Pelicula «Mientras dure la guerra».Amenabar.

La pasión de D.Miguel era la vida. Y esta escena, fiel reflejo de nuestra idiosincrasia ceitíbera, nos recuerda irremisiblemente a aquél famoso cuadro de Goya, » Duelo a garrotazos». Aún no hemos cambiado, seguimos siendo los mismos. Gloriosamente grandes y mezquinamente pequeños a la vez.

Unamuno supo desnudar nuestra alma, exponiéndo sus flaquezas y miserias , pero también lo mejor que llevamos dentro. Su vida fue un monumento a la voluntad, a la determinación de vivir pese a todo y frente a todos. Porque la vida merece ser vivida, y el lo hizó sobre todo en su amada Salamanca, de la que decía:

Del corazón en las honduras guardo
tu alma robusta; cuando yo me muera
guarda, dorada Salamanca mía,
tú mi recuerdo.
Y cuando el sol al acostarse encienda
el oro secular que te recama,
con tu lenguaje, de lo eterno heraldo,
di tú que he sido